sábado, 24 de marzo de 2018

Incendios e incendiarios

Esta semana empezábamos con una buena noticia, porque no todas tienen que ser trágicas o dramáticas para estar bien cargadas de curiosidad. Y es que el conductor del autobús regular entre las ciudades de Vitoria y Bilbao se desmayó en pleno trayecto. Es cierto que el conductor hizo lo posible ante la situación para evitar una colisión, aunque finalmente tuvieron que ayudarle dos de los pasajeros a frenar y tomar el control del vehículo. Afortunadamente todo quedó en un susto y una anécdota, pues nadie resultó herido.


Y para la siguiente noticia nos trasladábamos a Australia donde se van a construir más de 2000 kilómetros de autopista eléctrica. ¿Qué significa esto? Pues que serán autopistas para vehículos eléctricos, con 18 estaciones de carga rápida (solo en 30 minutos) y costará algo más de dos millones de euros. Es una gran apuesta de Australia para la conservación de su hábitat quien pretende extender esta idea por todo el territorio. Y es que la carga será gratuita porque vendrá de energía renovable proveniente del abundante sol del país.
 

Y en el Revuelto Curioso de esta semana, os adentrábamos ya en la temática del programa. Aquí veníamos a contar la historia del cóctel Mólotov y el porqué de su nombre. Para quien no lo sepa, un cóctel Mólotov es una especie de bomba incendiaria construida de forma manual (casera). Se trata de un elemento inflamable insertado en un recipiente de cristal y algo a modo de mecha (típicamente visto un pañuelo o trozo de tela).

Pero su nombre se remonta a la Guerra de Inverno de 1939, cuando Finlancia fue atacada por la Unión Soviética. Sería Viacheslav Mijáilovich Mólotov, un político soviético, quien anunció en la radio que bombardeando Finlandia no mataban finlandeses, sino que daban comida a los que pasaban hambre. Fue este el motivo de que los finlandeses empezaran a llamar a este tipo de artefactos “canastas de pan de Mólotov”. Los finlandeses respondieron de igual modo y así nació el nombre, porque si los soviéticos daban comida a los finlandeses, qué menos que ellos pusieran los cócteles.




Y en la sección de Cine nos adentrábamos en el mundo Disney, pero para desmantelarlo un poco que es lo que nos gusta. En este caso íbamos a por La Sirenita, que no Ariel, porque ese no era su nombre. Ni su pelo era rojo, ni su mejor amigo era un cangrejo, ni un largo etcétera. Los personajes de la obra de Hans Christian Andersen los personajes no tenían nombre, solo la Sirenita, nuestra protagonista; el Capitán del Barco, el joven del que se enamora; y la Hechicera de los Abismos, la mala malísima de los mares.


Pero ¿qué diferencia la historia original de la que todos conocemos? Pues el Capitán nunca llegó a ver a la Sirenita, pues estuvo con él en la playa, pero este al despertar vio a una mujer que venía de su mismo barco y creyó que era su salvadora. Y ¿qué pasa con Úrsula? Pues su propuesta, la de la Hechicera era darle unas piernas a cambio de cada vez que pisara la tierra sintiera horribles dolores. Aunque también le pedía su voz, como en la peli. Y si al final el galante capitán se casaba con otra, ella desaparecería como la espuma del mar. Un trato muy justo, ¿no? Pues ella aceptó. Sin saber que, aunque el capitán la miraba con buenos ojos, se había enamorado irremediablemente de la chica que vio en la playa. ¡Menuda suerte!


Al final, la Sirenita original acaba asistiendo a la boda y el comienzo de la luna de miel de su amado con la otra. Y aunque otras sirenas tratan de convencerla para que mate al capitán para librarse de la maldición, ella no es capaz y acaba dejándose sucumbir por la idea de ser espuma de mar. La historia es bastante distinta, tanto en el final como en el trascurso del relato, pero qué sería Disney sin estos bonitos cuentos que no llenaron la infancia de fantasía y de ilusión. Volveremos a contar más historias así, porque siempre es interesante saber de dónde vienen esas historias originales tan diferentes.


En la sección de Historia, hablamos de todo un poco, de excrementos, de Papas y de palomas, así, todo junto. En nuestra cultura, por diferentes motivos, se ha asociado los excrementos con la buena suerte, irónico, ¿no? Pero concretamente la de paloma tiene una creencia benévola interesante y el motivo puede venir por la elección del Papa Fabián, allá por el año 236 d.C. (obviamente).


Tras la muerte del anterior Papa, la elección del siguiente estuvo llena de enfrentamientos lo que hacía que no hubiera un candidato claro (no había tele en aquella época, recordemos). Pues nuestro hombre, Fabián, era un campesino que volvía a casa como cualquier otro día y al ver una gran aglomeración de gente se acercó a ver qué ocurría. La suerte para Fabián fue que una paloma decidió expulsar lo sobrante sobre su cabeza, y los presentes lo interpretaron como una señal del Espíritu Santo (por aquello de la paloma). Lo creyeron así porque de todos los que allí estaban había ido a caerle a alguien que nada tenía que ver con las disputas papales.


Lo anecdótico, además de por su método de elección, es que Fabián era laico y en un momento lo ordenaron sacerdote, obispo y Papa, todo en uno. Y bueno, sabiendo la vida de bondades que los Papas viven entendemos que este es el motivo de relacionarlo con la buena suerte. Podemos decir, que Dios solo ha intervenido en esta elección y en la san Pedro. ¡Otro punto de exclusividad para Fabián!


Y llegamos a la última parte, que es la sección de Música, esta vez con un grupo de habla hispana, concretamente de México. Hablamos de Molotov, un grupo formado en 1995 que, a diferencia de otros, consiguió ya un gran éxito desde su primer disco, que llegó en 1997. Y aunque el público los recibió muy bien, tenemos que decir que en sus inicios llegaron a ser censurados por sus letras. ¿Qué pasó entonces? Pues que tuvieron que salir a la calle para vender sus temas pues ninguna radio los ponía a pesar de su éxito.

Una de sus características es que todos los componentes del grupo participan como voz principal de forma alternativa y además tocan los instrumentos que a veces también se intercambian. Incluso han llegado a componer todos juntos una canción, la de Frijolero, que habla de la persecución de los mexicanos en la frontera y de cómo, sin embargo, se permite la venta y consumo de drogas en Estados Unidos.


Su música es controvertida y llamativa, están comprometidos socialmente con varias causas y no se callan ante nada. En el podcast os contamos dos anécdotas bastante divertidas relacionadas con una canción muy… gaseosa y una apuesta de fútbol. 


¡¡NO DEJÉIS DE SER CURIOSOS!!

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