jueves, 28 de agosto de 2014

R. & R. Williams. No hay genios tan geniales

Y esta semana tenemos sólo a grandes, R. Williams por partida doble. El primero de ellos, el cantante es uno de los más importantes representantes de la música actual. Es la definición de excentricidad por excelencia, y nos encanta. Aunque quizá tenga algo que ver que Robbie vivió en el pub Red Lion atendido por sus padres hasta los tres años. Se crió con la fiesta a su alrededor.

Cuando Robbie tenía 3 años y estaba de vacaciones en España y se perdió en el hotel en el que se alojaba. Su madre lo encontró cuando se subió al escenario de la piscina y cantó “Summer Nights” (de Grease) a lo John Travolta. Más tarde, y hasta llegar a donde está hoy, pasó por ser integrante de Take That, lo que le dio la fama y le hizo conocer "las mieles del éxito".


En una ocasión Robbie llegó a desafiar al cantante de Oasis, Liam Gallagher, a un combate de boxeo. Ambos combatientes ya han preparado un contrato para la pelea, en la que cada cantante se jugaría 100.000 libras y los beneficios irían a fines benéficos. Todavía no ha tenido lugar el enfrentamiento, pero estamos seguras que dará que hablar.


Y para acabar con Robbie Williams, os dejamos el videoclip de Rock DJ, que fue muy polémico. El desnudo, la muestra de los músculos y un posterior esqueleto hizo que muchos países censuran el vídeo. Fue prohibido en casi todos los países islámicos y otros con religiones también estrictas.



Pero no podemos no hacer mención a Robin Williams. Hemos querido hacer este pequeño homenaje recodando toda su trayectoria y todo lo bueno que hizo dentro y fuera del cine. Acudió a clases de interpretación en la Juilliard School de Nueva York. Allí coincidió con John Houseman y Christopher Reeve.




El primer papel cinematográfico de Robin Williams fue el protagonismo de "Popeye" (1980), película dirigida por Robert Altman en la que el actor de Chicago encarnó al famoso marino amante de las espinacas creado por E. C. Segar. Robin tuvo que utilizar una enorme chaqueta al principio del rodaje, porque los brazos de Popeye no estaban preparados y tuvieron que tapárselos.


Robin Williams ha sido un exponente de la comedia del cine estadounidense actual. Tanto el cine, como sus seguidores hemos sentido su perdida y nos parece una ironía que el rey de la comedia haya muerto por un suicidio derivado de una depresión. Sólo nos queda pensar que sus películas y sus innumerables apariciones en televisión. Os dejamos el homenaje que se le brindó en la entrega de los premios Emmy de este año.


Hasta siempre Rob.



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