sábado, 12 de marzo de 2016

Curioso mundo

Estamos de enhorabuena, parece que el concepto de ‘normalidad’ está cambiando y se están empezado a incluir juguetes de todo tipo de colores, tamaños y condiciones. En concreto os hablábamos en este programa de la idea de una de las multinacionales más importantes del mundo, cuando, después de años y peticiones, han decidido incluir un muñeco con discapacidad motriz, es decir, un muñeco en silla de ruedas. La idea ha sido de Lego, quien se incluirá a un muñeco de estas características en su nuevo proyecto, la Lego City. Nos parece una muy buena idea, ya que este problema no sólo afecta a adultos, y los niños que necesiten de una silla de ruedas, sea por el motivo que sea, también debe verse representados en sus juguetes.



Y siguiendo con temas médicos, aunque de diferente índole, os hablábamos también de la idea de un colectivo de pacientes, que con ayuda de médicos, han desarrollado unos supositorios contra el dolor menstrual. Lo curioso de esta noticia es el componente de base de estas cápsulas, la marihuana. Estarían hechos de manteca de cacao orgánico, dióxido de carbono extraído del aceite del cannabis y cannabidol. Actuarían como tampones, respetando el ph vagina y tardarían una media de entre 15 y 30 minutos en hacer efecto. Aunque de momento sólo estarían disponibles en California. Habrá que esperar para poder probarlos.



Salud, amor… y ¡dinero! Vil dinero, que nos hace padecer y nos trae muchos dolores de cabeza. Pues en esta ocasión en el Revuelto Curioso hemos querido ofreceros las curiosidades de este elemento, y mostraros como hace mucho más tiempo del que nos imaginamos que convive con nosotros en el mundo. Aunque el origen del intercambio de objetos no era con él, se practicaba el trueque y eran otros objetos de valor lo que se intercambiaban por necesidades particulares, se utilizaba el oro, el algodón, las especias, e incluso animales.



En el Imperio Romano se pagaba con sal a los soldados, para aquella época era un bien muy valioso, se dice que la palabra "salario" proviene de aquellos tiempos. Y más nos valdría mantener estos intercambios, porque se dice que en promedio un virus común puede sobrevivir fuera del cuerpo humano unas 48 horas, sin embargo, puede mantenerse vivo en un billete durante casi 10 días. Así que no os olvidéis de lavaros las manos después de tocar dinero o antes de ir a tocar comida, siempre que se pueda, claro.



Pero como siempre, os contamos mucho más en el programa. Como la sección de Cine, que en esta ocasión trata de la obra de Roberto Saviano, Gomorra, y de la película y la serie derivadas de ella. De hecho os vamos a hablar sobre todo de ésta última, la serie que nos presenta la historia de la mafia de verdad, no la que nos ha vendido el cine a través de los años. Los títulos de crédito nos presentan la idea de la serie, no contienen melodías intrigantes o montajes seductivos, tan solo unos pocos segundos en los que aparece el título de la obra. Nada más, puro y duro como la vida misma.


La serie recoge del libro solo la atmósfera y algunos episodios concretos y acuña una nueva historia con personajes ficticios que bien podrían ser cualquiera de los sicarios que pueblan ciertas zonas del sur de Italia. Un verdadero problema que atormenta a los ciudadanos de estas regiones y que se nutre de una extensa “tradición” para continuar creando el miedo y la desesperación. Narcotraficantes, asesinos a sueldo, topos y traidores pueblan las secuencias de Gomorra, que también habla de hombres de negocios del norte de Italia, en apariencia respetables pero podridamente corruptos.



La mafia no es cosa de cuatro regiones del sur, sino un problema de todo el país, incluso del mundo. Saviano y el director, Stefano Sollima, se han hartado de esquivar las críticas habituales, en relación a los estereotipos y prejuicios que se puedan desarrollar (o acrecentar) sobre Nápoles, y de defender que su obra conseguiría algo en apariencia imposible: que nadie le cogiera cariño a ningún personaje. Y sin embargo a medida que la trama de Gomorra avanza resulta inevitable sentir odio, rabia y desprecio hacia sus indefendibles protagonistas y, de paso, hacia la mafia.



Cualquiera que entienda el idioma que se habla en la bota está calurosamente invitado a disfrutarla en lengua original. Eso sí, son imprescindibles los subtítulos, incluso para los autóctonos. De hecho, así se emitió en Italia, en una elección que causó cierta polémica. Pero el director quiso mantener el dialecto napolitano, a veces terriblemente cerrado, para que la obra resultara más verosímil. Aparte del idioma, la serie ha sufrido más ataques. El presidente de la municipalidad de Scampia, uno de los nidos más célebres de camorristas, se negó a conceder el permiso para rodar allí. En los días previos al estreno, aparecieron por Nápoles y alrededores carteles en contra de la serie. Y, hace dos meses, una investigación de la policía concluyó con tres detenciones en el clan Gallo-Pisielli: supuestamente, le habrían cobrado a la productora de la serie el pizzo [el impuesto mafioso] por dejarle filmar en la villa de un capo.



Llegando ya a la sección de Historia, pero sin dejar Italia, la bella Italia, os contábamos la evolución y vida de unos de los monumentos más célebres y míticos del país, el Coliseo romano. Inicialmente fue conocido como el Anfiteatro Flavio, actualmente se ha convertido, además de una de las mayores atracciones del mundo, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y además también forma parte de la lista de las Siete Maravillas del Mundo.


El Coliseo se construyó entre los años 72 y  80, para sustituir a un anterior anfiteatro que había sido destruido por el Gran Incendio de Roma del año 64, y pasó a convertirse en el anfiteatro más grande de todo el Imperio Romano. Con casi 200 metros de largo y 156 metros de ancho, y una altura de 48 metros, el Coliseo de Roma tenía capacidad para 50.000 espectadores. Pasó a ser conocido como el Coliseo pues el edificio se levantó junto a una gran estatua de bronce del Coloso de Rodas.



A partir del siglo VI, el edificio del Coliseo romano tuvo diversos usos. Con diversos cambios de propiedad, desde la Iglesia, hasta familias nobles romanas, el Coliseo pasó a ser desde un  cementerio, hasta una fortaleza. En la Edad Media el edificio se fué deteriorando, tanto por su abandono, como por los terremotos. De hecho, fue un gran seísmo a mediados del siglo XIV quien provocó el derrumbe de la fachada externa sur. A partir de entonces, el Coliseo empezó a sufrir un expolio de sus piedras, las cuales fueron utilizadas para construir iglesias, palacios e incluso el Vaticano. Fue ya en el siglo XIX cuando se realizaron las obras de asentamiento y reforma del Coliseo.


Y finalmente, en nuestra sección de Música, tendremos a uno de los grandes, Eric Patrick Clapton. Es conocido por el apodo de Slowhand ("mano lenta"), desde su época en The Yardbirds y con el de God ("Dios") en su época con Cream. Gupo que abandonaría después de seis meses, desilusionado con la nueva dirección musical de la banda, que había abandonado el blues para meterse de lleno en el pop, justo cuando lograron su primer gran éxito en las listas británicas.



Semanas más tarde, fue invitado a unirse al grupo John Mayall's Bluesbreakers. Durante su estancia con John Mayall, Clapton se hizo definitivamente un nombre tanto para él como para el grupo en su conjunto, es durante este periodo cuando aparecen las famosas pintadas en Londres "Clapton Is God". Es miembro del Salón de la Fama del Rock por partida triple: como miembro de The Yardbirds y de Cream y por su carrera en solitario.  Aparece en el puesto número 2 de la lista "Los 100 guitarristas más grandes de todos los tiempos" de la revista Rolling Stone y en el puesto número 55 de su especial "Inmortales: Los 100 artistas más grandes de todos los tiempos". Además, en 2005 la revista Guitar World incluyó cinco de sus canciones entre los mejores solos de guitarra de todos los tiempos.


Eric se crió en un entorno musical, donde su abuela tocaba el piano y, tanto su tío como su madre, disfrutaban escuchando las Big Bands de la época. Su madre le contó en una ocasión al biógrafo oficial de Eric, Ray Coleman, que su padre era un músico de mucho talento, y que tocó en varias bandas de la zona de Surrey. Eric tuvo su primera guitarra como un regalo por su 13 cumpleaños. Era una guitarra acústica de la marca alemana Hoyer , que le resultó de difícil ejecución. Aún a pesar de su frustración inicial, dedicó muchas horas a aprender los acordes y a emular la música de los artistas de blues que escuchaba en la radio.



A los 17 años se unió a su primera banda The Roosters. Permaneció en este grupo de enero a agosto de 1963. En octubre de ese mismo año tocó en siete conciertos con Casey Jones and the Engineers. Antes de dedicarse de lleno al mundo de la música Clapton se ganaba la vida trabajando de obrero junto a su abuelo. Aquí os dejamos una canción que es más bien un himno. El Tears in Heaven de Eric Clapton, disfrutad.



¡¡NO DEJÉIS DE SER CURIOSOS!!


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